Me percibo como Traductora Psíquica porque canalizo lo que no se ve. Tanto en las sesiones 1 a 1 como en los cursos que comparto. Comunico las voces de las almas, espíritus y guías, no solo las de personas fallecidas, a través de los mensajes que reciba. Abordo los espacios con videncia y la clariaudiencia para poder llegar a percibir lo que se necesite.

En estos 10 años de vocación, formación y servicio aprendí que existe una creencia generalizada de que las personas médiums «hablan con los espíritus de los difuntos». Esto es verdad, pero no es lo único. En el universo espiritual hay muchas almas, espíritus e inteligencias que buscan dar sus mensajes, inspirar o enviar sus energías de sanación.
La funcionalidad de cada médium es la elección de ser canal.